ENTREVISTA | LUNES 09/01/2012
Cristina Fernández, socióloga, estudia actualmente un doctorado en la Universidad de California en San Diego. Ella consaidera que la Senami debe difundir y dar a conocer el apoyo jurídico y legal que brinda a los migrantes. Para que estos accedan a sus servicios.
¿Cuál es su opinión del trabajo de la Secretaría Nacional del Migrante (Senami)?
Hay muchos ecuatorianos en Nueva York y Madrid que no saben nada de la Senami.
No saben para qué sirve, si es una ONG o una asociación y si pertenece al Gobierno ecuatoriano. Entre los que la conocen hay desconfianza, que ya viene desde Ecuador, respeto a las instituciones públicas.
No se sienten representados y no la toman como una opción. Suelen decir que los funcionarios de la Senami solo quieren figurar. Ojalá se pudieran crear mecanismos para hacer ver que es un bien general y no un bien particular.
¿Conoce los servicios que actualmente ofrece esta entidad y cómo los evalúa?
En Nueva York los servicios más conocidos son las clases de inglés y la asesoría jurídica, pero hay una infinidad de organizaciones de migrantes que ofrecen lo mismo.
Por eso pienso que tendrían que buscar modos de conocer la realidad social del migrante, escuchar sus necesidades y darse a conocer. Y no deberían esperar que los usuarios vayan hasta sus oficinas. Hay que tomar en cuenta que los migrantes son trabajadores que aprovechan hasta los domingos para ganar su dinero.
¿Cuál es el servicio que mejor se ha posicionado?
Pienso que ahora trabajan mucho más por el retorno de los ecuatorianos al país, basados en el mito de que siempre quieren volver. Pero también se debería trabajar para resolver los problemas del día a día que tienen en los sitios en donde viven. Siguiendo esa lógica,
¿en Madrid deberían volcarse a ayudar a quienes perdieron su vivienda por no pagar las hipotecas?
Hubiese sido necesario que una entidad como la Senami actuara antes de que se generara el problema de las hipotecas y los desahucios en Madrid. Una asesoría financiera hubiese evitado los problemas que hoy existen.
¿Cree que existe una duplicidad de funciones entre la Senami y las entidades ecuatorianas en el exterior?
La Senami no puede hacer algo que ya ofrece la Embajada o el Consulado. Se debería enfocar en temas como ayudar a que las personas que emigraron con un nivel de estudios puedan conseguir un empleo mejor, que estar detrás de la barra de un bar o sirviendo en una casa.
También tendrían que estar alertas de los cambios en las leyes migratorias. En España, por ejemplo, con el Partido Popular algo va a pasar y Europa en general está endureciendo su política de migración, entonces hay que conocer las leyes para informar al ecuatoriano. También tendrían que hacer un esfuerzo para entender procesos como el Convenio de Seguridad Social que existe entre Ecuador y España y socializarlo con la gente.
¿Es necesaria la promoción cultural que hace la Senami a través de sus casas?
Igualmente creo que hay muchas organizaciones que ya reivindican su cultura, su nacionalidad o su etnia. Los migrantes llegan a un país y crean sus asociaciones para vivir sus raíces y pasar sus costumbres a segundas generaciones.
¿Cuál debería ser el enfoque de la Senami?
La gente lo que más necesita es asesoría legal y ayuda para canalizar los recursos que traen para que al final ganen con la migración. Si hay fondos del Gobierno ecuatoriano para ayudar al migrante en el extranjero no tiene sentido ofrecerle ayudas para volver.
La verdad es que los migrantes necesitan orientación para avanzar en la sociedad de acogida. Todo lo que puedan hacer fuera, lo van a devolver a Ecuador.
Sin orientación lo único que consiguen es trabajar y trabajar y se convierten en máquinas de producción, sin capital humano ni educativo. En el futuro esto no es bueno ni para el país de acogida ni para el de origen. Pero insisto, el principal reto de la Senami es darse a conocer.
ElComercio.com
0 comentarios:
Publicar un comentario
¡Tu opinión es importante!